Historias

Acabar con la pobreza a través de la moda

14 julio 2015
ITC Noticias

La Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo pone en el punto de mira la moda, el desarrollo y las asociaciones público-privadas.

¿Puede la moda desempeñar un papel a la hora de impulsar el crecimiento económico en los países en desarrollo? La respuesta es sí, según los debates celebrados durante un evento organizado por el Centro de Comercio Internacional (ITC), el Banco Africano de Desarrollo (BAD) y el Gobierno de Alemania en paralelo a la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo que tuvo lugar en Addis Abeba el 13 de julio.

La conferencia de las Naciones Unidas tiene el objetivo de formular un marco de financiación para alcanzar el programa de desarrollo posterior a 2015, que sucede a los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Durante su discurso de apertura, la Secretaria del Gabinete de Asuntos Exteriores de Kenya Amina C. Mohamed declaró que esfuerzos como la Iniciativa de Moda Ética (IME) demuestran que no cabe duda de que la moda puede ayudar a sacar a las personas de la pobreza. Quiso destacar especialmente el proyecto de la IME en Kenya, que se lanzó con capital inicial procedente de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD), se convirtió en una empresa social y ahora ha abierto las puertas a la inversión privada que le permitirá poder prescindir de la ayuda de los donantes.

"El ITC y sus asociados se arriesgaron al lanzar este proyecto a modo de prueba", señaló la Sra. Mohamed. "En primer lugar, se merecen que se les reconozca este mérito, pero además funcionó y los inversores están recibiendo unos buenos rendimientos por el capital que han invertido".

Lilianne Ploumen, Ministra de Comercio Exterior y Desarrollo de los Países Bajos, apuntó a la iniciativa "Dutch Good Growth Fund: Business for development" como otra iniciativa de la que los diseñadores de moda de los países en desarrollo se podrían aprovechar para exportar sus productos.

"Este fondo de crecimiento está disponible para las pequeñas y medianas empresas (pymes) de los países en desarrollo pero también lo pueden utilizar las pymes holandesas que quieran invertir en países como Etiopía", explicó. "No obstante, todos deben cumplir con ciertos requisitos: deben crear empleo, transferir conocimientos y demostrar que pueden generar beneficios".

La Directora Ejecutiva del ITC Arancha González declaró que era importante ir más allá de la caridad y centrarse en la creación de puestos de trabajo decentes. Hizo hincapié en que era especialmente importante tener este objetivo en mente para cumplir con los futuros Objetivos de Desarrollo Sostenible. "La Iniciativa de Moda Ética encaja perfectamente con el programa de desarrollo posterior a 2015: se centra en las mujeres, que representan el 50% de la población y necesitan ser movilizadas, se centra en las pymes y se centra en el comercio", explicó. "Por encima de todo, [la IME] se centra en los mercados: debemos garantizar que se exploten adecuadamente los mercados y que los puedan disfrutar todos, no solo unos pocos".

Obstáculos al éxito

Sam Mensah, Fundador y Director General de KISUA, una marca de ropa internacional procedente de África, declaró que África tenía la oportunidad de ofrecer al mundo una moda de primera categoría, sobre todo porque la moda del continente es hermosa.

Sin embargo, los nuevos diseñadores de moda africanos deben enfrentarse a una serie de obstáculos para llegar a los mercados. "En primer lugar debes producir calidad. Pero también debes contar la historia que hay detrás de la marca, así como de dónde proceden los tejidos: un bolso es mucho más que un bolso", nos explicó.

Por otro lado, destacó la necesidad de mejorar la capacidad operativa, que es necesaria para cumplir puntualmente con las entregas. "Si la moda africana es capaz de dominar esto, la industria tiene un futuro prometedor", añadió.

Esta opinión la compartía Geraldine Fraser-Moleketi, Enviada Especial para las cuestiones de Igualdad de Género del Banco Africano de Desarrollo (BAD), quien añadió que se debía dar más importancia al papel que desempeñan las mujeres en la cadena de valor de la moda. "Las hilanderas tienen que dejar de ser invisibles", declaró.

Dominik Ziller, Director General Adjunto del Ministerio para la Cooperación y el Desarrollo Económicos de Alemania, recalcó la necesidad de asegurar que los productores cumplan con los requisitos de calidad y las normas. Alemania consiguió integrar este tema en el programa del Grupo de los Siete países más industrializados porque, en sus palabras, "esto es lo que los consumidores quieren".

El Sr. Ziller también destacó que las empresas sociales escondían sus propias trampas, señalando a la delgada línea que separa una empresa social de una que se beneficia de los bajos costes de producción.

Por su parte, Patrick Kariuki, Director y Fundador de Amalgamated Chama, un grupo de inversores que recientemente adquirió el 30% de las participaciones de la IME en Nairobi, declaró: "Invirtamos en áreas en las que tengamos un impacto social; debemos tener un impacto en nuestros propios ciudadanos".

El deseo de causar un impacto social era una de las principales razones de invertir en la IME, confesó, y añadió que la moda ética puede ser rentable y se debe ampliar. "No obstante, necesitamos más inversores; venga y únase a nosotros", instó. Explicó que su empresa se había comprometido a dedicar parte de las ganancias a la formación de los trabajadores. "El 2% de las ganancias va a un fondo que beneficia de forma directa a los artesanos".

El evento paralelo de la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo también contó con ponentes que ofrecieron a la audiencia una visión general de la cadena de valor de la moda. Helen Hai, Directora General de la iniciativa Made in Africa, declaró: "No hay nada malo con los trabajadores africanos, es una cuestión de cambiar los medios, y no hay nada malo con las normas africanas: producimos alta calidad y exportamos".

Auret van Heerden, Presidenta y Fundadora de Equiception, una consultoría de responsabilidad social corporativa, señaló: "Debemos crear una nueva cadena de valor, donde los artesanos tengan la oportunidad de expresarse y los consumidores éticos lo aprecien".